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La vieja Europa

26 de febrero del 2003

¿Por qué escribo en Gara?

Santiago Alba Rico
Gara
Empezaré explicando, más bien, por qué no escribo en otros sitios. ¿Por qué no escribo en El País? Porque El País es demasiado exigente con la calidad y yo demasiado exigente con la verdad.

¿Por qué no escribo en El Mundo? Porque El Mundo sólo publica a sus amigos y yo no tengo amigos gualdirrojos, fregoniles, tintoreros ni sicofantas.

¿Por qué no escribo en La Razón? Porque La Razón no admite "terroristas" y yo no admito linchadores ni genocidas (ni siquiera de imprenta).

¿Por qué no escribo en ABC? Porque el ABC tiene demasiados blasones (y piñarones) y yo no gusto de tronos ni de patronos.

¿Por qué -finalmente- no escribo en Egunkaria? Porque, aunque conociese la lengua más bella de entre todas las lenguas que no conozco, Egunkaria ya no existe. No escribo en Egunkaria porque lo han cerrado. No es que haya quebrado ni que lo hayan abandonado sus lectores. Lo ha cerrado una orden judicial del juez del Olmo, de la Audiencia Nacional, a petición de la Guardia Civil. Egunkaria era el único diario enteramente redactado en euskera y varios amigos euskaldunes mucho más moderados que yo me dicen que era un medio plural, pacifista, internacionalista, de izquierdas, dedicado a la difusión de la cultura vasca y a la defensa de la autodeterminación de Euskadi. Vasco, plural y pacifista: demasiado para el gobierno de España. Basta Ya se regocijará, sin duda, con este nuevo paso en la conquista de las libertades: basta ya de bárbaras germanías, basta ya de periodistas independientes, basta ya de palabras acuñadas en otra ceca. Estas razones, más que explicar por qué el PP ha cerrado Egunkaria pocos días después de la manifestación más grande de la historia contra su gobierno, explican por qué no se cierra El País, El Mundo, La Razón o el ABC. España tiene la suerte de ser una democracia por la gracia de Dios y poder permitirse así lo mismo que nos repugna de Turquía. Si no le hubiese tocado ser una democracia, como a otros les toca ser altos o un don para el violín; si le hubiese tocado ser una dictadura, como a otros les toca tener chepa, ¡parecería una dictadura! (con partidos políticos y pornografía en los quioscos, como en Turquía).

Turquía debería cambiar de estrategia para forzar su ingreso en la UE: en lugar de respetar los derechos humanos, renunciar a la tortura y liberar a los presos políticos, quizás le bastase con cambiarse el nombre y pasar a denominarse "España". Habría así dos Españas, las dos democráticas y las dos europeas. Podríamos incluso multiplicar las Españas y acelerar de este modo la democratización del planeta, sin bloqueos ni bombardeos: a Arabia Saudí la llamaríamos "España" y a Indonesia y Jordania las llamaríamos "España" y a Pakistán y a Uganda y a Nepal y a Guinea las llamaríamos "España" y veríamos florecer por todas partes, como rectas espigas bajo el sol, los valores candeales del Derecho y la Libertad. Incluso podríamos ahorrarnos una guerra y llamar "España" también a Irak, porque con ese nombre sin duda Sadam Hussein sería bueno, justo y comedido.

¿Por qué no escribo en El País, en El Mundo, en La Razón o en ABC? Porque no merecen ser cerrados por la Guardia Civil como Egunkaria.

¿Por qué escribo en Gara? Las razones vienen de suyo, pero daré unas cuantas, muy parecidas a las que daba Carlo Frabetti en un reciente artículo. Escribo en Gara porque no es provinciano ni chovinista; porque no es perfecto pero sí recto, honesto, independiente; porque es el único periódico que se toma en serio el "manual de estilo" de El País; porque dice lo que otros silencian y no calla siquiera lo que no le conviene decir; porque antepone la veracidad de la información y el deber de informar a los "intereses" de su línea editorial; porque sus editoriales suelen ser sensatos y valientes; porque no recibe dinero ni de Berlusconi ni de Polanco; porque no apoya golpes de Estado en Venezuela ni a asesinos en Colombia ni a marines en Afganistán; porque es respetuoso con los más acérrimos detractores e ilimitadamente tolerante con todos sus colaboradores; porque es plural, abierto, riguroso, comprometido; porque es el único periódico que publicaría un artículo titulado "Sin ETA lucharíamos mejor"; porque es el único periódico que publicaría este artículo; porque publicaría también a Savater; porque tiene al mejor caricaturista del mundo; porque es internacionalista, democrático y de izquierdas y porque, en definitiva, cada día se merece más que lo cierre la Guardia Civil.