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La vieja Europa


10 de noviembre del 2003

Mirad a Putin a los ojos

Vasili Safronchuk
Ex embajador de la URSS en la ONU.
Sovietskaya Rossia


"A Jodorkovsky le han golpeado en la jeta contra la mesa". Esta es la expresión que utilizó uno de los politólogos occidentales para referirse al arresto del magnate y hombre más rico de Rusia. "…Si le hacen esto a uno de los personajes más conocidos en el mundo, si encierran a esta persona en la cárcel de "Matrosskaya Tishina" a punta de gachas, ¿qué puede esperar el resto? Sentenció este politólogo en la tertulia organizada por la redacción rusa de la emisora Onda Alemana el 31 de octubre. Los participantes de esta mesa redonda expresaron su preocupación por las consecuencias que puede acarrear el arresto: el desplome del ala liberal y demás partidos conservadores como la SPS (Unión de Fuerzas de Derecha) que pueden verse fuera de la Duma al no superar la barrera del 5% en las próximas legislativas de diciembre. En opinión suya puede verse afectada así mismo la influencia en el gobierno de los liberales, defensores del libre mercado, como Kudrin o Gref.

El reconocido politólogo alemán A. Rar hacía notar que en defensa de Jodorkovsky, no se han pronunciado siquiera los otros oligarcas rusos, ni la Unión Rusa de Industriales y Empresarios ni la Cámara de Comercio, que habitualmente intervienen en defensa de los lobbys y sus intereses.

Sin riesgo de exagerar se podrá decir que el arresto y encarcelamiento de Jodorkovsky ha estado entre los asuntos más comentados en los medios de información rusos e internacionales. La mayoría de las opiniones coinciden en señalar que el oligarca había acabado tras las rejas por haber violado el acuerdo tácito existente entre Putin y los oligarcas, alcanzado poco después de la elección del presidente. La esencia de este acuerdo residía en el hecho de que el presidente no entraría a revisar los resultados de la privatización de los años 90 con la condición de que los oligarcas no se inmiscuyeran en política y preservaran su lealtad hacia el presidente.

Jodorkovsky ha estado financiando los partidos de la oposición a Putin y los medios críticos con el gobierno, sin ocultar al mismo tiempo sus ambiciones políticas. Es decir ha cometido los mismos pecados que Berezovsky o Gusinsky, solo que estos se ocultaron a tiempo en el extranjero, mientras que a Jodorkovsky no le dio tiempo o no lo quiso hacer.

El propio presidente confirmó esta versión en su polémica intervención del 27 de octubre. Allí declaró que no había que establecer comparaciones, ni buscar precedentes y mucho menos en los temas relacionados con los resultados de la privatización. Por eso pidió poner fin a todo tipo de especulaciones e histerismos relacionados con este asunto. Al mundo de los negocios le pidió que observase la ley, pagase impuestos y se dedicase a lo suyo.

Sin embargo en opinión de numerosos observadores el tema de la petrolera YUKOS va mucho más allá de este acuerdo no escrito. Al presidente le adjudican la intención poco menos que de cercar Rusia e impedir el asalto del capital extranjero ávido de hacerse con los recursos naturales de Rusia, especialmente con los energéticos. Según esto la Fiscalía general se habría interesado por los negocios de Jodorkovsky, incriminándole en la violación de siete artículos del Código penal de la Federación Rusa, poco después de que se conociese la intención de vender el 40% de las acciones de YUKOS-Sibneft a los cárteles extranjeros del petróleo. Algunos observadores señalan las contradicciones e incongruencias de la postura del presidente. Al fin y al cabo el mismo Putin no desaprovecha ninguna ocasión para llamar a los inversores extranjeros a invertir en las empresas rusas, incluida la industria extractora. Así, él prácticamente bendijo con su presencia este verano, el acuerdo entre el grupo "Alfa" de Fridman y la British Petroleum, que supuso la compra por parte de esta última del paquete mayoritario de acciones de la Compañía Petrolera de Tiumen, por seis mil millones de dólares. El presidente se encontraba en esas fechas de visita oficial al Reino Unido. ¿Porqué lo que se permite a Aven Fridman se le prohíbe a Jodorkovsky? ¿Significa esto que el presidente tiene sus preferidos entre los oligarcas?

Algunos analistas occidentales son partidarios de ver un sentido más amplio en el arresto de Jodorkovsky. Así el publicista americano William Pfef, en el artículo publicado en el International Herald Tribune, escribe:" Putin está ansioso por acaparar más poder pero esto es sólo la parte superficial de lo que ocurre y que puede conducir a equivoco. El conflicto entre Jodorkovsky y Putin es el campo de batalla por el futuro de Rusia. La pregunta es. ¿Podrán los oligarcas hacerse con el control de Rusia, o serán los hombres del aparato del estado y los nacionalistas los que acaben controlando a los oligarcas?

El poder de los oligarcas viene del expolio de los recursos naturales y de la industria tras la caída de la URSS. Una parte de estas inmensas riquezas está relacionada con la actividad de las bandas internacionales del crimen organizado. Como alternativa a la Rusia de los 5 oligarcas, aparece la Rusia dirigida por una élite ambiciosa, nacida sobre la base de la antigua intelectualidad soviética y del aparato de los servicios secretos, a quienes representa Putin. Esta élite se siente llamada a defender el destino histórico de la nación rusa. Piensa y actúa de manera autoritaria". (1/11/2003)

Esta tesis expuesta por este politólogo resulta completamente errónea. Lo ocurrido no es sino una "pose" preelectoral de Putin y su círculo. El Kremlin comprende perfectamente lo atractivo que puede sonar el lema de la lucha contra los oligarcas, a las puertas de las elecciones a la Duma y con la mira puesta en las presidenciales.

Saben que habrá muchos electores incautos que piquen el anzuelo. A esto habría que sumar los esfuerzos para potenciar al bloque preelectoral de Glazev y Rogozin, y sus lemas y proclamas pseudopatrióticos donde exigen expropiar a los oligarcas.

Los EE.UU. en defensa de Jodorkovsky

Parece que los que si han picado, han sido los más avezados y reaccionarios de los halcones de Washington y de algunas capitales europeas.

En un primer momento, la reacción de la Casa blanca ante el caso YUKOS fue bastante tranquila. El 28 de octubre el Departamento de estado de los EUA mostró su malestar en un tono conciliador. El ministro del interior italiano Franco Frattini habló del caso como de un problema interno de Rusia, cuya resolución compete a los tribunales. La misma reacción contenida tuvo Alemania, donde declararon que dan por supuesto que en el caso YUKOS serán respetados los principios del estado de derecho.

Sin embargo tras la intervención del 44% de las acciones de la Compañía YUKOS, pertenecientes a Jodorkovsky y otros altos directivos, en Washington se intranquilizaron en serio. Estamos hablando de un atentado contra el sagrado derecho a la propiedad privada.

En realidad nadie había atacado en serio este derecho. El arresto solo suponía la paralización de las operaciones con las acciones pertenecientes a los accionistas mayoritarios. Sus poseedores podían seguir operando con ellas, obteniendo dividendos. Sin embargo en esta ocasión Washington pidió explicaciones sobre el significado del ataque a YUKOS. Necesitaban saber si era un caso aislado, extraordinario o una tendencia. El representante del Dep. de Estado y segundo de Powell, Richard Baucher declaró en una rueda de prensa: "En nuestra opinión el gobierno ruso debe despejar los temores que invitan a pensar que el caso YUKOS esta motivado políticamente. Deben garantizar un juicio justo con observancia de todas las normas procesales. En un caso como este, nos surgen dudas relativas a su carácter. ¿Es este un caso aislado, o es algo que puede traer consecuencias negativas para la legalidad en Rusia?"

Esta declaración vino tras otra no menos clarificadora de Condolice Rice, consejera de seguridad nacional en la Casa Blanca, y a la que se considera arquitecto de la política exterior de Bush y especialista en Rusia. En una entrevista para la televisión declaró:"La Casa Blanca teme que el caso YUKOS pueda marcar un precedente en el acoso al mundo de los negocios en Rusia. De manera extraoficial hemos manifestado nuestra preocupación al Kremlin, confiando en que no afecte a las inmejorables relaciones entre Putin Y Bush".

Stuart Aisenstadt, antiguo consejero de la secretaría de estado y actualmente consejero financiero, en una intervención en el club de prensa de Washington, de manera irónica se refirió a la célebre cita de Bush cuando dijo: "He mirado a los ojos de Putin y me ha abierto su alma". Le aconsejó volver a mirar al alma de Putin para asegurarse de que se le puede seguir creyendo.

Richard Perl, antiguo viceministro de defensa y actualmente un influyente consejero del Pentágono, declaró que Rusia no debería estar en el G-8. En declaraciones a la Fox añadió que Rusia "va por mal camino".

Por cierto, el periódico dominical del Sunday Times en fecha 2 de noviembre aseguraba que su 40% de las acciones de YUKOS, hacía unos meses Jodorkovsky las habría puesto a salvo cediéndolas a uno de los miembros de los Rotchild, Jacob Rotchild, en previsión de que sus acciones y él mismo fuesen arrestados por la fiscalía. De momento nadie ha rebatido esta información. Está claro que a la fiscalía no le va a faltar trabajo. También está claro que esto no va a ayudar a la popularidad de Jodorkovsky entre los rusos.

De todos es conocido, que Jodorkovsky es un ferviente defensor de los intereses americanos en Rusia. Defensor de la exportación sin límites de crudo ruso a EE.UU. y de la construcción de un oleoducto hasta Murmansk, para abastecer de petróleo a la costa oeste de los EUA.

Como es lógico, el magnate tiene influyentes defensores en la administración americana y en los círculos de negocios. Especialmente de la industria petrolera.

No es difícil imaginar que no le dejarán solo. Sólo así se entiende la enconada defensa que de él hace Chubais. Aunque el conductor del programa "Postscriptum" en la 3ª cadena A. Pushkov se empeñara en su programa del 1 de noviembre en restar importancia al tandem Chubais-Jodorkovsky.

Chubais también cuenta con importantes apoyos entre los políticos y hombres de negocios de los EUA y confía en su respaldo. Ambos a su vez pueden contar con el apoyo de Voloshin, al que cesaron tras mostrar su desacuerdo con el arresto.

El tiempo dirá si podrán Jodorkovsky y Chubais con el apoyo de los EE.UU vencer a Putin.

La administración Bush cuenta con el apoyo de Putin en su lucha con el llamado terrorismo internacional, y la Casa Blanca no querrá perder a tan valioso aliado por defender a un oligarca. Los interereses geopolíticos acabarán pesando más. En América rige la regla: "Por incomodo que sea tal o cual aliado, hay que aguantarlos". Esto es así desde los tiempos de Roosevelt, cuando hablando de uno de los dictadores de América Latina, aliados de EE.UU. dijo: "Será un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta".

Lo más probable es que la cosa quedará en presión política y un poco de ruido en los medios americanos. Llegarán las elecciones en Rusia y los EE.UU. y el asunto Jodorkovsky se olvidará.

Cambio de equipo en el Kremlin; una etapa más en el reparto de la propiedad.

La causa directa del cese de Voloshin fue su desacuerdo con la detención de Jodorkovsky. Pero la reestructuración de la administración del Presidente y el nombramiento de Medvedev y sus ayudantes Kozak y Shuvalov, como sustituto, tienen motivos de mayor calado.

Los medios de comunicación tanto rusos como occidentales hacen hincapié en la trascendencia del cese de Voloshin, en tanto, en cuanto se trata de la siguiente etapa en el reparto de la propiedad y en el debilitamiento de la influencia de la así llamada "familia". La mayoría coincide en el análisis de que el reparto beneficiará a los hombres de los ministerios de fuerza (interior, defensa) y a los oligarcas cercanos a ellos, en detrimento de los del clan de los Yeltsin, y sus oligarcas leales.

No estamos hablando del reparto de la anterior apropiación, de manera ilícita, de la propiedad estatal. Con la nueva élite se podrá negociar el reparto de la propiedad que todavía queda en manos del estado: Correos, ferrocarril y demás empresas estatales.

El periódico "Izvestia", altavoz de los oligarcas, niega la versión de que este relevo de equipo vaya a traer consigo un cambio de curso, de ideología y represente una alternativa al "capitalismo oligárquico". En el mejor de los casos, según ellos, estaríamos hablando de un cambio anticipado preparatorio de la reelección de presidente para un segundo mandato. Esta etapa tendría los siguientes rasgos:

-Reforzamiento el control estatal sobre el capital financiero.
-Se facilitará la entrada de capital extranjero.
-Nacionalización parcial de empresas de la industria extractora.
-Mantenimiento del curso actual orientado a integrarnos en la economía mundial y a cooperar con occidente.

Estos rasgos que acabamos de mencionar son los propios de las dictaduras latinoamericanas. Algunos rasgos característicos de este tipo de regímenes son claramente perceptibles en la Rusia de Putin: Una judicatura vasalla, un parlamento obediente, recortes en la libertad de prensa e información, violación sistemática de los derechos humanos, etc.

Ahora queda afinar un poco más y hacer al mundo de los negocios más sumiso. En este sentido hemos asistido a una lección impartida a los dueños de YUKOS.

El periódico suizo Neu Zuricher Zeitung escribe: "Nadie duda de que si la fiscalía comenzase a "menear" al resto de magnates, encontrarían pruebas suficientes."

Cierto es que a la cabeza de los regímenes latinoamericanos, solía haber un general del ejercito. En la variante rusa encontramos a un antiguo oficial del KGB. En América Latina, con alguna excepción, las dictaduras han tenido una corta duración. La norma era que un dictador sustituyese a otro, por medio de un golpe de estado, en cuanto el candidato llegase a la conclusión de que había llegado el momento de hacerse con el poder para utilizarlo para su enriquecimiento personal.

En América Latina las dictaduras han ido dejando paso a los gobiernos democráticamente elegidos. Han caído en el olvido los dictadores en Argentina, Chile, Brasil, etc.