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La vieja Europa

 

17 de octubre de 2003

Saramago é noso

Cádiz Rebelde
Desde hace meses le echábamos de menos. Y le esperábamos y buscábamos entre las palabras y las voces con las que aprendemos el mundo, y nos reclaman y enseñan a pelear contra la barbarie. Saramago nos había dejado un enorme vacío en el lugar en el que están y nos hablan los amigos. Un desasosiego persistente y triste que no podía ser remediado. Le amábamos a él y a sus amores de siempre, y Saramago nos había dejado. Se había marchado dando un portazo. Sabíamos que no estaba al otro lado aunque allí se habían apropiado de su enfado y sobre su enfado habían edificado razones bastardas y coartadas tramposas para injuriar y desalentar a la izquierda y para atacar a Cuba. "Si Saramago dejó a Cuba nadie está con la revolución" repitieron una y mil veces los voceadores de la ética armada y tramposa del poder y del dinero. Le utilizaron como ariete y como cobertura para arrollar resistencias e inventar deserciones. Bajo el paraguas de un Saramago que no se prestó a la infamia, se atrevieron a firmar "cartas abiertas contra la represión en Cuba" que demandaban la entrega de la soberanía a los Estados Unidos y la democracia a un grupo de mercenarios. Intentaron convertirle en la bandera de lo que abominaba. En el fetiche de la moral
tramposa del Mercado, en el portavoz de una "justicia que es la vergüenza del mundo". Saramago fue tratado como un gran disidente de la izquierda, como el postrero amigo que dice adiós a una "revolución abandonada por todos". Por fin –decían-, el último intelectual resistente ha abandonado la lucha. Cuba respetó en silencio el dolor de Saramago mientras continuaba defendiéndose y desenmascarando a sus poderosos enemigos. Cuba siguió dando ejemplo de dignidad con los hechos y las palabras, y el pueblo cubano, que hizo recuento de los innumerables amigos de su revolución, nunca olvidó a Saramago. * * *
José Saramago ha vuelto a hablar después de un largo silencio. A los que gobiernan el mundo –sin duda también a los que se denominan "intelectuales, artistas y políticos del mundo democrático" y fueron prohijados por la Fundación Encuentro- les ha dicho que su democracia es una impostura y que "los gobiernos, el de Estados Unidos y los de Europa, no son más que los comisarios políticos del poder económico". También les ha dicho que "el fascismo no se ha ido de Europa" y que "lo peor de todo es la máquina para sostener ese estado de cosas: la prensa. Y en esa maquinaria está también aquella de un pensamiento aparentemente más progresista, que miente igual."
* * *
Saramago ya no está sólo. Se había quedado así, allí en Lanzarote, recordado con añoranza por quienes le queríamos por su amor al ser humano y millones de palabras. Cuba fue a buscarle y Saramago la recibió con un abrazo que nos envolvió a todos. Ahora, Saramago, el compañero sabio y humilde que es capaz de contar la vida, sigue siendo nuestro.