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Derechos Humanos

Identifican a desaparecido-asesinado por la dictadura en Córdoba

por memorioso

Indymedia Argentina

Por primera vez, identifican a un desaparecido en la fosa del San Vicente La jueza federal N° 3 de Córdoba emitió una resolución en la que declara que Mario Osatinsky, hijo de Sara Solarz y Marcos Osatinsky, falleció por heridas de bala el 25 de marzo de 1976, a los 18 años.
Por primera vez, identifican a un desaparecido en la fosa del San Vicente

La jueza federal N° 3 de Córdoba emitió una resolución en la que declara que Mario Osatinsky, hijo de Sara Solarz y Marcos Osatinsky, falleció por heridas de bala el 25 de marzo de 1976, a los 18 años.
En esta resolución, que pertenece a la causa "Averiguación de enterramientos clandestinos", la jueza explica que a Mario Osatinsky lo mataron en La Serranita, cerca de Alta Gracia, en la provincia de Córdoba. Fue inhumado como NN el 27 de abril de 1976 en una fosa común del cuadro C del Cementerio San Vicente.
El Equipo Argentino de Antropología Forense y sus colaboradores fueron los encargados de identificar al hijo de Sara Solarz y Marcos Osatinsky.
La mamá de Mario viajará a Córdoba para recibir los restos de su hijo.
Identifican el cadáver de Mario Osatinsky

Las exhumaciones que comenzaron en diciembre último en el Cementerio San Vicente de la ciudad de Córdoba tienen un primer nombre que ha podido ser identificado: Mario Osatinsky, muerto el 25 de marzo de 1976, en La Paisanita, cerca de Alta Gracia, a los 18 años.
Cristina Garzón de Lascano, jueza federal N° 3, emitió una resolución en la que da a conocer la identidad de los primeros restos que los peritos oficiales designados, pertenecientes al Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf), pudieron identificar.
A la fosa común
En su resolución, la jueza federal explica que se pudo establecer que, a partir de abril de 1976, se realizaron en el Cementerio San Vicente diversas inhumaciones de carácter irregular.
Quien por entonces fuera el administrador del cementerio, Alberto Bombelli, les ordenó a tres empleados que debían concurrir a su lugar de trabajo luego del horario de cierre del cementerio. Así lo hicieron, y, alrededor de las 21, llegaron dos ambulancias de un hospital provincial que descargaron cadáveres en la fosa común del cuadro C, ubicada frente al crematorio.
Las ambulancias realizaron tres o cuatro viajes y descargaron aproximadamente 40 cadáveres, la mayoría de ellos jóvenes y estaban desnudos. Algunos de esos cuerpos tenían una pulsera en sus muñecas o extremidades con un número identificatorio. Los propios empleados reconocieron que el procedimiento era irregular, ya que las inhumaciones se realizaron en horario nocturno, en una fosa común y sin ataúd. Un dato importante es que el ingreso de los cuerpos no figura en los libros del cementerio.
El 6 de febrero, el Juzgado Federal N° 3 pidió al Equipo Argentino de Antropología Forense la exhumación de todos los cuerpos de la fosa común, ubicada frente al crematorio, a los fines de establecer la identidad de los cuerpos y determinar cuáles podían corresponder a víctimas de desaparición forzada.
La identificación
Las tareas de identificación que se llevaron a cabo para determinar que los restos hallados pertenecían a Mario Osatinsky así como a los de otros cuerpos, consistieron en análisis morfológicos para establecer el sexo de la persona, edad biológica, estatura, análisis de piezas dentarias y reconstrucción del historial osteológico de la persona.
Los restos de Mario Osatinsky se encontraron esqueletizados, articulados y en posición decúbito ventral. También se recuperó una chapa metálica con el número 160. Se llegó a establecer que los restos correspondían a una persona de sexo masculino, de 17 a 19 años y de una estatura de 1,70 metro. Tenía seis impactos de proyectiles de arma de fuego.
Del libro de registro de entradas y salidas de cadáveres de la Morgue Judicial –años 1969 a 1980– surge que la chapa 160 correspondía a un cadáver NN masculino, ingresado el 26 de marzo de 1976, a las 11.15. El cuerpo procedía de la Comisaría Seccional 2ª de Policía de Córdoba, junto con otros tres cadáveres, y figuraba que la causa de muerte era "enfrentamiento".
El cadáver de Mario Osatinsky permaneció sin identificar y fue individualizado con la chapa 160 hasta el 27 de abril del ’76, en que fue retirado por móviles del Ministerio de Bienestar Social y llevado al cementerio San Vicente.
Con esa información, sumada a otros datos de la causa y registros del Equipo Argentino de Antropología Forense, fue posible estimar la identidad de Mario Osatinsky.
Última prueba
El 22 de mayo último, miembros de Eaaf entregaron al perito oficial químico-genético Carlos María Vullo las piezas dentales 2 y 15 del esqueleto, y, junto con la muestra de isopado bucal y de sangre perteneciente a Sara Solarz de Osatinsky, mamá de Mario, a los fines de realizar el ADN, se llegó a la conclusión de que los restos analizados pertenecían a un hijo biológico de Sara Solarz de Osatinsky en un 99,9996 por ciento.
La jueza dice que surge, de acuerdo con las declaraciones de su madre, que Mario fue asesinado por un comando del Tercer Cuerpo de Ejército y que, mientras ella estuvo detenida en la Escuela de Mecánica de la Armada, el capitán Héctor Vergés, que por entonces cumplía órdenes en el Tercer Cuerpo, durante un interrogatorio le contó cómo había matado a su hijo Mario.
Entrega de los restos
La jueza Garzón de Lascano, en su resolución, resolvió declarar que Mario Osatinsky, nacido el 28 de febrero de 1957 en San Miguel de Tucumán, hijo de Sara Solarz de Osatinsky y de Marcos Osatinsky, murió por heridas de balas, el 25 de marzo de 1976, en La Serranita, provincia de Córdoba, y que fue inhumado como NN, sin identificar, el 27 de abril del ’76, en una fosa común del Cementerio San Vicente.
Al mismo tiempo, resuelve hacer entrega a Sara Solarz de Osatinsky de los restos identificados, disponiendo que se conserven muestras representativas de los restos por parte del Eaaf.