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Argentina: La lucha continúa

24 de abril del 2003

Perversidades argentinas...y sus anticuerpos

Carlos Aznárez
Resumen Latinoamericano

Argentina es un país donde sobran ejemplos populares de solidaridad social, como el que practican los más humildes con ellos mismos para achicar el espacio entre la miseria y el hambre y la dignidad de sobrevivir a pesar de todo. En este país donde brota la rebeldía popular desde las entrañas de la tierra para condenar un sistema que atenta contra las posibilidades de futuro de sus habitantes. Sin embargo, es en esta misma nación donde también -hay que decirlo porque de lo contrario reventaríamos de asco y tristeza-, se dan ciertas perversidades que tienen que ver con los males que venimos sufriendo desde hace años los argentinos, con la desestructuración del pensamiento, con la falta de ideología, con la pérdida de valores. Pero sobre todo, con los flecos de las grandes derrotas infligidas al campo popular ­avances autoritarios, fascistización de ciertos sectores de la sociedad, etc-, con la confusión en la que ha quedado sumergida aquello que en su momento se llamó identidad nacional. De estas acciones y comportamientos perversos vale la pena citar algunos ejemplos notorios:

a) Es perverso ­y suena suave calificarlo así- que en el mismo territorio donde nuestros chicos se mueren de raquitismo y millones de personas están condenadas a ser parias del desempleo, jueces venales ligados a la politiquería corrupta, pongan en marcha - con la anuencia del gobierno actual- una imponente maquinaria policial de miles de efectivos destinados a desocupar las fábricas recuperadas por los trabajadores. Fabricas, hay que decirlo, que sus dueños abandonaron, después de someter a su personal al padecimiento de salarios no pagados, explotación acumulada y persecuciones de todo tipo. Este es el caso que recientemente se dio en Sasetru, en Zanón -cuyo desalojo fue exitosamente resistido por la población de Neuquén- y hoy viven las obreras y obreros de Brukman, en pleno centro de la Capital. Allí, con nocturnidad y alevosía sus trabajadoras fueron impelidas por la policía a desocupar el recinto de trabajo.

La jauría represiva no perdió tiempo y procedió a retirar parte de la producción realizada ­con gran esfuerzo y mucho pulmón- procendiendo a paralizar el corazón de esa herramienta que permitía volver a soñar a quienes la utilizaban para vencer la indignidad de la desocupación. No conformes con ello, siguiendo el mandato de un juez que responde al ex presidente Menem, los uniformados del gobierno de Duhalde balearon, golpearon y gasearon a miles de solidarios ciudadanos que se dieron cita en las puertas de Brukman.

¿Hay algo más perverso que querer matar dos veces el trabajo ­primero por lockout patronal y luego por prepotencia gubernamental- en un país donde casi la mitad de la población está sumergida en la parálisis laboral y pasa por una hambruna nunca antes vista?.

b) Es doblemente perverso para un país donde todas sus riquezas esenciales ­las que quedaban después de la devastación militar- fueron entregadas a las multinacionales por la mano corrupta de los gobiernos que los sucedieron, permita que un artífice del desastre, como Carlos Menem, pueda llegar a vencer en la próxima farsa electoral. Es casi una razón de consulta psiquiátrica que se oigan voces, no sólo desde los millonarios y residenciales countries donde residen los nuevos ricos de la corrupción menemista sino también desde los barrios humildes, apuntando a votar a dicho candidato "porque es el único que puede sacarnos de esta ruina".Ese "único" es el que promete poner nuevamente a los milicos en la calle para "limpiarlas" de piqueteros y manifestantes opositores, a la vez que se adjudica el don de "ordenar" el país con mano dura y reestablecer las relaciones carnales con los masacradores del pueblo iraquí. Es tremendo comprobar que el lavado de cerebro mediático puede llegar a inducir a un sector de la población nada despreciable a aceptar una realidad de miseria y entrega nunca antes soportada.

Pero la perversidad gana más puntos si se piensa que también sube en intención de voto el perfil fascista de otro candidato de la derecha, Lopez Murphi. Un personaje que fue ministro de Defensa del gobierno de De la Rúa y que gusta definirse como "un bulldog" porque está decidido a terminar con "el caos de las rutas cortadas" y la falsamente denominada "inseguridad ciudadana".

c) Resulta perverso también, que una y otra vez, en un territorio donde hemos tenido las más crueles dictaduras, donde 30.000 hermanos y hermanas han sido torturados,golpeados y asesinados, existan sectores autodenominados "progresistas" que reciban con todos los honores a un juez español que en su país y con total alevosía, ordena detenciones ilegales, avala la tortura de cientos de militantes populares vascos, proscribe organizaciones políticas que agrupan a cientos de miles de personas, cierra diarios, radios, y otros órganos de prensa, convirtiendo a un importante sector de la población del País Vasco en parias en su propia tierra.

En esta nueva visita, Baltasar Garzón reunió premios y honores de manos de un arrepentido ex militante de los 70 que ahora funge de rector de una universidad privada bonaerense, se sacó fotos con un par de madres que no son obviamente las del blanco y combativo pañuelo que encabeza Hebe de Bonafini, sino que pertenecen a un sector de los denominados "organismos de derechos humanos" que con sus actitudes sumisas ante dicho juez deslucen la lucha y el compromiso militante de sus hijos revolucionarios. Tampoco faltaron en este detestable "besamanos" algunos periodistas siempre dispuestos a disimular, en nombre de una falsa "progresía", su alineamiento disciplinado con la teoría de los dos demonios.

Pero no todo es perversidad ni desmemoria.

Frente a estos tres ejemplos, los anticuerpos naturales contenidos en la lucha popular demostraron que la única batalla que se pierde es la que se abandona, como suelen decir las Madres de Plaza de Mayo. De allí, las multitudinarias movilizaciones de estos días frente a la fábrica Brukman para acompañar a sus trabajadoras a recuperar ­tarde o temprano- su lugar de labor.

O las dignas ­auque todavía insuficientes- manifestaciones de repudio a unas elecciones que prometen más de lo mismo, no sólo porque sus protagonistas principales son los culpables del estado calamitoso en que nos encontramos, sino también porque la debilidad del campo popular, su fragmentación y su falta de una respuesta unitaria organizativa ha permitido que esta calaña hoy siga gozando de impunidad.

Por último, vale informar del rechazo que sí se llevó el juez de la monarquía española en las calles de Rosario donde grupos de jóvenes lo "escracharon", denunciando su innegable comportamiento represivo y solidarizándose con quienes pelean por la libertad en el País Vasco.

Son signos innegables de que la perversidad puede ser derrotada y que la memoria no puede ser dejada a un costado si realmente queremos construir un futuro distinto a este presente tan ensombrecido.

* Director de "Resumen Latinoamericano"