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Argentina: La lucha continúa

20 de febrero del 2003

Personajes e historias del Seminario Teológico en Neuquén
La otra iglesia en tierras de Don Jaime

Elio Brat
Rebelión

Entre los más de 1.200 cristianos laicos de base que en la primer semana de febrero cerraron con muchísimo entusiasmo la semana de deliberaciones en Neuquén del Seminario Nacional de Formación Teológica, edición número 18, Rebelión le preguntó al doctor Adolfo "Coco" Mantilaro qué estaría haciendo y diciendo, si viviera, en este encuentro de laicos el obispo neuquino Jaime Francisco De Nevares. Quien fuera uno de sus mejores amigos en vida nos contestó sin dudar: "Lo más seguro es que Don Jaime nos estaría recriminando porqué no estamos haciendo más de lo que hacemos y decimos".
Sobre lo que hacen y dicen cuatro participantes históricos de estos encuentros -un cura de base chileno, otro cura que predica con el chamamé, y uno más que tomó los hábitos en La Rioja tras el camino del obispo asesinado allí, Enrique Angelelli y finalmente un economista español que vive en Perú hace más de 30 años- tratan estos reportajes llevados a cabo entre conferencias, mates, marchas por las calles de Neuquén y celebraciones.

Ronaldo Muñoz, teólogo de los barrio marginales chilenos

Cuando Rebelión le preguntó a Ronaldo Muñoz si se consideraba un teólogo de la nueva iglesia latinoamericana, este cura trasandino recordó que prefería definirse como lo marcan en forma despectiva desde el diario El Mercurio de Santiago "un teólogo cristiano de los barrios marginales chilenos".

¿Qué significa esa definición para Usted?

"Es intentar convivir con la gente humilde y muchas veces humillada. Ponerse en su pellejo. Aprender con ellos y de ellos. Desde ahí descubrir la profunda sintonía de los pobres con Jesús y del Jesús de nuestra fe con los pobres de la Tierra. Y así descubrir a ese Dios de Jesús, que llamamos Padre Nuestro los cristianos, y que es Dios que no quiere sacrificio sino quiere misericordia. Quiere solidaridad.
Quiere que todo ser humano, empezando por los más despreciados y marginados, se ponga de pie y camine. Y no sólo viva sino que genere y comparta vida".

Este encuentro, se puede decir, ya es un clásico latinoamericano. ¿Cómo ve la utilidad de los mismos?

"Yo participo de este encuentro desde el año ´87, cuando fue el seminario número dos. He aprendido mucho y valoro mucho lo que significa este espacio para el pueblo argentino y para lo que hay de más vivo en sus iglesias, no sólo en las de fe católica. Entendiendo por iglesia no una institución jerárquica sino comunidades de personas, sobre todo humildes que comparten la vida y la esperanza. Y que en momentos difíciles, sobre todo, constituyen como semillas de dignidad en medio de pueblos muy marginados".

¿Cómo ve a la gente de Argentina y a la de Chile?

"Por mis contactos aquí, puedo decir que la gente en Chile está mucho menos bien de lo que los poderes en mi país quieren presentarlo. Y debo decir también que el pueblo argentino tiene mucha más riqueza de vida, de organización, de esperanza, de dignidad que el pueblo chileno".

Javier Iguiñiz: "Los argentinos están mejor que hace un año"

Vino por primera vez a la Patagonia y descubrió que "sus pampas se parecen a las del Altiplano del Perú" que habita desde hace más de 30 años. Llegó desde su Navarra natal a Lima. Vino al Seminario para hablar de la experiencia peruana política, económica y de los sectores cristianos y su incorporación a las responsabilidades políticas en el Perú.

¿Lo social es lo más importante hoy en el Perú de Toledo?

"El tema social es muy importante porque este año (en Perú) ha habido un crecimiento relativamente decoroso de la economía y es en el lado social donde los déficit se hacen más visibles. La reciente reducción de la fracción parlamentaria del presidente Toledo es preocupante. Aún así, yo creo que el partido de Toledo ha aprendido a manejarse en el Congreso desde una minoría. Esto lo obligará a más alianzas y a más consensos como fórmula para avanzar legislan la reforma constitucional".

Hablar de Toledo nos remite a Fujimori. ¿Qué recuerdos tiene de su tiempo en el poder peruano?

"Creo que Fujimori fue una experiencia fatal para el país, a pesar que coincidió con un momento económico espectacular de gran entrada de capitales, así como de hecho sucedió en la Argentina. Pero luego, desde el ´97 vino una crisis fenomenal de la economía y el descubrimiento de la gigantesca corrupción y del uso del chantaje como herramienta política, que se usó tan generalizadamente durante ese gobierno".

¿Cómo vio desde el Perú la crisis argentina de los últimos dos años?

"Estuve hace exactamente hace un año aquí y el momento actual es bien distinto. Yo siento que en toda la gente que conversé en el seminario de Rosario, en el 2002, tenían una parálisis que casi era total. El desconcierto era muy fuerte. Y en este momento ya se ha superado eso. No sólo en la economía, donde al parecer hay un piso que se conoce, sino en la actitud de la gente respecto de aquella consigna tan terrible y tan fatal que era el que se vayan todos y que no quede ni uno solo. Eso revelaba un hartazgo y a la vez una parálisis. Creo que ya no, porque hay nueva voluntad de ver qué se puede hacer en concreto. Eso es lo que intuyo en estos días en Neuquén . Por lo menos hay una búsqueda y eso lo veo como muy positivo".

Julián Zini, el cura chamamecero de Goya

No siempre la poesía, la música, el baile y el canto popular van de la mano de misas y sermones desde un púlpito. "Me conocen por mi modo de ser, que en el fondo es mi cultura y es mi forma de hacer, decir y expresarme, porque el chamamé es una de las síntesis más lindas que tiene nuestra cultura regional, con base guaranítica y misionera" declara con fuerte acento correntino el padre Julián Zini, más conocido como el "padre chamamecero" de Goya.

¿Usted impulsó este microemprendimiento que lo lleva a predicar cantando?

"Nosotros tenemos un grupo, que lleva como nombre una frase "yopará", es decir mezcla de castellano con guaraní, que es "Neike chamigo". Quiere decir "Fuerza mi amigo", que es una expresión muy nuestra de nuestro pueblo, que resume también todo nuestro objetivo a través del arte, de la música, de la canción y la poesía que anima a nuestro pueblo".

¿Cuánta gente vive de Neike chamigo?

"Somos cinco en el escenario, más una persona que coordina. Por lo cual lo que ganamos, sea en afecto y en relaciones como en dinero, lo repartimos equitativamente todos en seis partes. Pero también hay dos chicos que manejan la combi que nos prestan o alquilan, entonces somos casi ocho familias que nos beneficiamos haciendo esta animaón que creemos un servicio, pero hoy día fundamentalmente un trabajo cultural con todo lo que pega en el corazón de nuestra gente".

Corrientes es una provincia bastante conservadora. ¿Nunca lo criticaron por eso de mezclar lo popular con lo religioso?

"Yo tengo la suerte de haber nacido como cura por la ordenación del obispo Alberto Devoto, que es palabra mayor en la iglesia argentina y en la latinoamericana por su esfuerzo durante 23 años de llevar el Concilio Vaticano II a la práctica. Con su respaldo y a través de su aliento es que hemos empezado a usar lo que gracias a Dios es natural en nosotros, que es la palabra, el verso, la canción y la música, que es intuitivo en nuestro pueblo de usarlo para la expresión religiosa. Que en el fondo es el gran desafío que se plantea la iglesia últimamente y que el tema de la última reunión latinoamericana que fue la inculturación. Cómo sembrar el Evangelio, la buena noticia de Jesús dentro de la propia cultura. Y entonces para nosotros eso ha sido siempre un lema y un objetivo: expresarnos a nuestro modo en todas las direcciones".

Délfor Brizuela, tras los pasos de Angelelli en La Rioja

Llegó al pueblo de El Chamical hace sólo cinco meses, pero ya todos los riojanos de allí lo conocen como el "Padre Pocho". Tiene 42 años, que cumplió en Neuquén, y desde los 16 conoció a Monseñor Enrique Angelelli, cuando este llegó a la provincia donde lo asesinaron. Sufrió en carne propia las terribles injusticias y calamidades de los militares argentinos de los años 70. Hoy está ayudando a un grupo de comunicadores y militantes cristianos que están filmando en Chamical un documental sobre la vida del recordado "Pelado" Angelelli. "El espiral" se llamará la película.

¿Cómo hicieron para venir casi 90 riojanos a Neuquén?

"Estamos muy contentos de haber podido venir con toda esta crisis económica y social. Uno pensaba que era muy difícil y sin embargo se realiza el milagro que el entusiasmo de la gente hace posible que se junte el dinero y poder estar aquí con este grupo grande de La Rioja. Yo participo todos los años de este encuentro desde el tercero, que justamente fue acá en Neuquén, cuando el seminario recién nacía".

¿Cómo lo marcó Monseñor Angelelli en su vocación religiosa?

"En el año ´76 yo estaba terminando la secundaria y estaba integrado a la Pastoral y sus grupos de jóvenes. Admirando al Pelado Angelelli, creo que mi vocación sacerdotal ha estado ligada al ver como se podía ser cura al servicio del pueblo. Un cura sencillo, integrado, identificado, inculturado con la gente y eso nos lo mostró Angelelli. Y todo lo que él generó, ya que no es sólo su persona sino lo que representa: es el emblema de un estilo de ser iglesia y de ser cristiano en América Latina. Y yo he estado muy cerca en el afecto por mi familia, en esos mismos años duros de la dictadura y la represión, porque hemos sido víctimas del llamado Proceso, con desaparecidos en La Rioja".

¿Cómo están sus comprovincianos riojanos hoy?

"La provincia, de alguna manera, expulsa a su gente por la falta de trabajo. Así que los problemas sociales son similares a los que se viven en el sur, de cortes de ruta por los reclamos y permanentes promesas que no se terminan de cumplir. Y la crisis que el dinero que circulaba, por ejemplo en Chamical, ya no está. Por lo tanto la desnutrición avanza y hay una falta de acceso de la gente a la salud… Una salud que acá veo que en Neuquén está mucho mejor, pero allá tenemos una crisis muy grande de todo el sistema sanitario".

NEUQUÉN, 19 Febrero de 2003