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Argentina: La lucha continúa

La primera piedra
Educación pública puede ser. Educación popular, no.


Radio Comunitaria

¿Dónde está el pueblo que dicen defender? ¿En las discusiones donde se inventan las necesidades de los pobres sin que haya un pobre presente? ¿En esa cabeza colonizadora que quiere bajar línea en vez de recibirla para elaborar un proyecto en base a las necesidades de la gente?
Si aceptamos la realidad, estaremos empezando a cambiar el rumbo. De lo contrario, todo seguirá igual.
Fuimos testigos de dos hechos que sirven para demostrar en su totalidad la filosofía que hay en la universidad pública.
Bolivia queda tan lejos...
En la semana posterior a las elecciones en la Facultad, nos tocó visitar la sede de Sociales de Ramos Mejía y la de Filosofía en Puán. Los colores de la bandera boliviana aparecían por todos lados. Las consignas apoyando al pueblo boliviano no alcanzaban a contarse de tan numerosas. ¿En la UBA estaban cerca de Bolivia? ¿Los partidos de izquierda sabían lo que quería el pueblo boliviano? No nos pareció.
¿Por qué? Sencillamente, porque una semana después concurrimos al foro debate Bolivia, hoy (Cinco siglos de opresión. Cinco siglos de resistencia), organizado por la Cátedra Libre de Derechos Humanos de la Facultad de Filosofía y Letras. Estuvimos escuchando a los compañeros bolivianos que contaron su experiencia, el análisis de la actualidad en La Paz, el futuro. ¿Cuántos alumnos había allí escuchándolos? Literalmente, nos sobraban los dedos de una mano.
Una vez más, las consignas se las llevaron las pancartas. Muy lindas, muy coloridas, bien grandes, estratégicamente colocadas, totalmente vacías de práctica.
Nuestros contactos con los chicos del diploma universitario que desembarcan en el Bajo Flores tienen ese estilo, son muy parecido a eso.
Radio Abierta, oídos sordos.
Estuvimos en la puerta de la Facultad de Sociales en Ramos Mejía 841.
Ahí, hicimos nuestros programas, contamos nuestros siete años de historia, expusimos los problemas que tiene que enfrentar este grupo para volver al aire después de que se quemó el transmisor, presentamos a todas las instituciones del barrio, contamos cómo se vive hoy en el Bajo Flores, recordamos a los docentes, egresados y estudiantes desaparecidos de esa Facultad. Hicimos comunicación popular.
Los chicos, preocupados por los exámenes de fin de año y los apuntes, pasaron de largo.
Los profesores, preocupados por corregir los exámenes de fin de año, pasaron de largo.
Las miembros de la agrupaciones políticas, muy revolucionarios ellos, preocupados por las pancartas y afiches que tenían que pegar, pasaron de largo (los del Frente Grande nos pidieron la mesa en la que habíamos apoyado los equipos para apoyar sus volantes. Maravilloso)
Los hombres de seguridad, preocupados por vigilar, nos pedían una y otra vez que bajásemos la música (¿qué hubiera dicho Lucía Cullen, Vicki Walsh y otros compañeros si hubiesen visto que un uniformado era el encargado de la seguridad en la facultad?, ¿quién maneja esa empresa de seguridad?).
El pueblo llegó a la facultad y la facultad le dio vuelta la cara.
Importante: A los pocos de los muchos que se acercaron, nuestro agradecimiento. No queríamos que nos digan que somos geniales. Nos parecía importante que se acerquen a conocer una verdadera radio comunitaria.
Humilde conclusión.
Este es nuestro boletín número nueve. Y dejamos de lado muchas noticias de la radio para tirar una botella al Océano. Nuestras preguntas son claras: ¿Algún día la Universidad y los intelectuales allí formados se acercarán a los problemas de la gente? ¿Algún día partirán de los problemas del barrio, de las necesidades de la calle, y recién después se pondrán a elaborar propuestas para encontrar un camino de lucha en el campo popular? ¿Algún día entenderán que el campo popular está hecho de millones y no de cientos o miles? ¿Algún día dejarán la típica actitud de yo lo sé todo y por eso les voy a enseñar como es que lo tienen que hacer?
¿Algún día se sacarán los pelos de gorila? ¿Algún día llegará ese día?
Desde acá, sabiendo que la UBA cuenta con compañeros, agrupaciones y proyectos que están de acuerdo con algunas de las cosas que planteamos en este boletín, nos animamos a tirar la primera piedra sin esconder la mano.
Porque la educación tiene que ser nacional, popular y re-vo-lu-cio-na-ria.
Y sí, a los que les quede alguna duda se lo aclaramos: somos compañeros que reivindicamos la lucha de los militantes que entregaron su vida allá por los setenta y de los que aún hoy siguen resistiendo.
Hasta la próxima...
El Bondi del Bajo
Pao-Pao, Marcela, Blanca, Naty, Jimena, Cristian, Dieguito, Diego, Juan Pablo, Matías, Leandro, Chiqui, Fabiana, Ciriam, Mariela, Marielita, Mariana, Paola, El Gallego, Juan Carlos, El Mudo, Gustavo, Ramón, Roberto, Julián, Carlitos, René, Pichi, Andrés, Eduardo y todos los compañeros.