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Argentina: La lucha continúa

Charlando con Hebe

A su regreso de Brasil, tras haber participado el 1° de enero de la asunción de Lula da Silva a la presidencia de la octava economía mundial, Hebe de Bonafini recibió en la Casa de las Madres a los compañeros que colaboran con las tareas de prensa de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. El objetivo era conocer de primera mano los pormenores del cambio de gobierno, las sensaciones vividas en ese histórico día, todas las expectativas y el análisis sobre el complejo proceso político abierto en Latinoamérica.

Cuando asumió el gobierno de la Alianza, en diciembre de 1999, la Plaza de Mayo sólo era visitada por palomas, policías y las inefables vallas azules que ya conforman su habitual paisaje. Muy distinto lucía la ciudad de Brasilia y cada uno de los rincones de la geografía brasileña: "nunca me imaginé que la gente estaría desde las 7 de la mañana en la calle, con batucadas, con globos, con samba… ¡era una cosa impresionante la alegría de la gente! ; en todas las esquinas se iban sumando, hasta llegar a la plaza donde está el parlamento, estaba todo lleno de globos blancos con la bandera de Brasil, unos globos altísimos, que no sé que cantidad había… todo muy colorido ¡Era todo un espectáculo, eso!" comentó sorprendida Hebe, para afirmar varias veces que se había roto el protocolo, y relató lo sucedido en el Parlamento para graficarlo: "las representaciones extranjeras, entre las que estábamos incluídas las Madres, nos sentábamos como llegábamos, no había un lugar reservado para nadie. Los únicos lugares reservados eran los del pleno, que ahí estaban, sí, los presidentes de los diferentes países, y después todos los demás, así que ya eso rompió el protocolo, porque llegaron cancilleres y se sentaron en el suelo, porque no había lugar en los asientos".
A la noche, y luego de haberse estrechado en un abrazo con el presidente Lula en una recepción brindada a los invitados, Hebe tuvo la oportunidad de dialogar con importantes figuras del continente: "fue muy importante haber estado conversando dos veces con Chávez, una vez con Fidel, que estuvo cariñosísimo… salió de entre la gente que lo cuidaba y me vino a abrazar, y luego caminando juntos, preguntó por las Madres, por cómo veíamos el país…Chávez también me dijo que teníamos que volver a Venezuela", relató la presidenta de las Madres, evidenciando el cariño y el respeto cosechado en tantos años de solidaridad internacionalista.
"El discurso lo hizo como en un mangrullo altísimo, se fue ahí arriba y habló desde allí; toda la gente lo vió, todo el pueblo participó de la alegría que tenía de tener un presidente de clase trabajadora", sintetizó Hebe, contagiando la emoción compartida por millones este 1° de enero.
La mirada puesta en América Al momento de analizar el futuro del gobierno de Lula, Hebe se muestra cauta, pero con una enorme confianza en la movilización popular que se desató en Brasil en el camino que llevó al PT al gobierno. "Si la gente tiene expectativas, es porque él prometió muchas cosas, dijo que iba a romper con esto, que iba a romper con lo otro, que iba a hacer Reforma Agraria, él prometió muchísimas cosas, las prometió también en su discurso", analizó sin pasar por alto las resistencias que generará este rumbo en la clase acomodada brasileña, pero volvió a destacar la enorme fuerza del pueblo, "creo que él sube con el apoyo de 57 millones de personas, ¡y son muchas!… 57 millones de personas, ¡son muchas, son un montón!".
El papel que desempeñará Brasil bajo el gobierno de Lula, en el contexto latinoamericano, frente al avance descarado del imperialismo norteamericano es donde los pañuelos blancos depositan las mayores expectativas. "La expectativa que nosotros tenemos es sobre el tema de lo que significa para Latinoamérica. Al lado de lo que está pasando en Venezuela, de lo que está haciendo Colombia, este hombre, con muchas ganas de modificar las cosas" dijo para preguntarse luego "¿qué va a significar para toda Latinoamérica, estas tres cuestiones que pasan: (el plan de Hambre Cero) lo que pasa con las FARC, lo que pasa con Venezuela, que Chávez dice "estamos peleando, yo no digo "patria o muerte", yo digo "patria o vida para vencer", porque si estamos muertos no podemos vencer", porque estoy peleando, y mientras peleo estoy vivo, y puedo pelear por mi país".
En la entrevista, Hebe se refirió al proceso brasileño también como un fenómeno de toda América Latina. Refiriéndose a los hechos que sacuden a Venezuela, contó detalles de la conversación mantenida con Hugo Chávez : "me decía que, bueno, que las cosas están muy difíciles, pero que él no va a privatizar - que es lo que quieren -, que el petróleo es el oro de este momento del mundo, y que EEUU quiere guerra por eso, y eso es un golpe de estado. Y dentro de esa situación, que Lula le haya ofrecido toda la tecnología – como le ofreció, porque se lo pidió Chávez y él le dijo que sí – con el tema del petróleo, y no sé cuántas miles de toneladas de comida y de arroz, para poder sobrellevar esta huelga de 35 días, me parece que son cosas interesantes". Dejando entrever un sinfín de experiencias de lucha en el último tiempo, Bonafini reflexionó "me parece que lo que se está viendo es que los pueblos, cuando nos ponemos firmes y fuertes, podemos hacer muchas más cosas de las que se cree el capitalismo que podemos hacer".
Los Sin Tierra y el nuevo gobierno El tema era inevitable. La lucha de los "condenados de la tierra" despierta la admiración y el respeto de millones, en todo el mundo. Y la posición del MST ante el acceso de Lula a la presidencia del Brasil es motivo de la pregunta a Hebe. "Él ofreció dar las tierras fiscales, improductivas, no habló de las tierras que tienen los Sin Tierra, que son tierras tomadas. Eso es una cuestión muy delicada, porque ellos tomaron las tierras de los ricos. O sea, expropiaron. De eso no se habló, en el discurso no se habló de eso". Y agregó: "Sé que hoy los Sin Techo (una organización emparentada con el MST) están teniendo problemas, porque los están desalojando de un lugar muy cerca de San Pablo, en Guarulhos. Yo estuve con esa gente, una gente que tiene mucha organización. Decían que hoy los estaban desalojando, y estas cosas le van a traer muchas problemas, porque desalojarlos significa policía, significa gases. Ellos tenían vivienda, tenían agua, yo estuve ahí hace poquito… Tenían un Centro Cultural para 500 personas, ¡tenían una organización muy, muy firme! En unos terrenos que estaban sin ocupar, en una tierra colorada, viviendo con muchas dificultades, pero bien organizados". Las palabras de Hebe reflejaban lo que estaba sucediendo ese mismo día, y que concluyó hace un par de días, con la expulsión de las más de mil familias de las construcciones que habían levantado con tanto esfuerzo. "Así que yo no sé que va a pasar, todavía no lo tengo claro, qué va a pasar con los Sin Tierra. Darles tierras improductivas, es a lo mejor condenarlos a lugares muy lejanos, sin agua, sin carreteras… ¡por eso las tierras son improductivas! Eso, cómo lo van a arreglar…no lo sé"
Crear si, copiar no Ante la pregunta sobre los elementos a tener en cuenta para la construcción de un proyecto revolucionario en Argentina, pensando en el ejemplo del PT brasileño, Hebe fue categórica: "el PT no es revolucionario, así que el proyecto ya no es lo mismo, el PT es un partido que entró dentro del sistema capitalista, a destruir muchas cosas del capitalismo, sobre todo el hambre, pero no a romper con lo que el capitalismo te da de institucionalidad". Y describió con sencillez de madre: "copiar, nunca sirve, porque en la escuela, el pibe que se copia, si se recibe después no es nada, es un tipo que no aprendió nada, porque todo se lo copió. Copiar no sirve, hay que ser creativos, mirar, observar, tratar de fundir en uno mismo lo que ve ".
Con dureza y claridad para referirse a la CTA (Central de los Trabajadores Argentinos) que decidió la conformación de un frente político, Hebe tajantemente declaró "si vos me querés preguntar sobre qué significa la CTA, si la CTA puede ser el partido de los trabajadores, entonces vamos a hablar clarito: ¡NO! ", dando por tierra con el intento de parte del progresismo de subirse al carro del triunfo de Lula. "Se va a parecer mucho más a la socialdemocracia, en todo caso" precisó.
Urnas y revolución
Hebe fue muy precisa ante la pregunta de si la democracia formal que plantea el capitalismo puede terminar siendo un corset a las aspiraciones populares: "La democracia es una sola. Vos le podés dar el nombre que quieras, pero no le agreguemos nada, ¡qué formal…! respondió contundentemente, para agregar luego: "La democracia que te plantean los que tratan que vivamos en un mundo capitalista, lleno de represión, de opresión, lleno de ladrones, chorros, de aprovechados, de coimeros, de jueces cómplices, de una Corte postrada, arrodillada, ladrona; con todas estas cuestiones, no se puede llegar a pensar nunca en la liberación de los pueblos. Un pueblo se libera con la revolución, y un pueblo que va a las urnas antes de hacer la revolución, nunca va a hacer la revolución. Después que haga la revolución, a lo mejor, puede llegar a las urnas, pero antes no. Porque las urnas están teñidas, manchadas de sangre. Porque acá se mató, y se va a seguir matando mucha gente. Porque el sistema no resiste no reprimir, la represión viene porque al pueblo en la calle le tienen terror… Un pueblo movilizado les da mucho miedo, ¡aquí, en Brasil y en donde sea!"
Aspirinas para el cáncer
A esta altura, ya Hebe había hecho desaparecer el clima de "entrevista formal", que se transformó en una agradable e interesante charla entre compañeros, intercambiando impresiones, sueños y preocupaciones. Recién llegada de Brasil, cargada de emociones y anécdotas, pero ya "metida" nuevamente en la realidad local, la presidenta de las Madres compartió sus opiniones sobre el momento actual con nosotros.
"La movilización de los pueblos es muy fuerte, y creo que aquí nos hemos movilizado y mucho… lástima que no hay todavía nadie que pueda liderar estas movilizaciones. Quieren romper por un lado - dijo refiriéndose a los piqueteros - pero no logran romper, porque están todo el tiempo enfrente de un municipio, pidiéndole Planes Trabajar y las bolsitas de comida. Y el Plan Trabajar, ¿qué es? Es una limosna miserable, esclavizante, que se acostumbraron a dar los políticos, para tenerlos cautivos. Porque si no ¿cómo los va a sostener, cómo los va a tener cautivos?
Relacionando presente y futuro, se refirió a una constante preocupación de las Madres: continuar el camino revolucionario emprendido por sus hijos."¡Hay que romper, hay que tener muchísima ideología, muchísima fuerza! Hay que hacer mucha formación de cuadros, para que la gente se dé cuenta que el Plan Trabajar es una mentira, que no es trabajar: es el Plan de la Miseria, es el Plan de la Esclavitud. Trabajar es otra cosa: trabajar es ir a la fábrica, hacer ocho horas y ganar lo que a uno le corresponde para comprar la comida que quiere. Y no que te den un miserable plan de 150 pesos – o menos, porque se queda la mitad el puntero político – y una bolsita para que comas lo que ellos tiran… ¡Eso no es ninguna solución!" Y continuó, refiriéndose al mismo tema: "Y si vos tenés que estar todo el tiempo frente a ellos, no querés romper con eso. Estás usando eso porque no te dejan otro lugar, otro espacio. Y para eso se necesita mucha ideología, para darse cuenta de que hay que pedir trabajo, hay que pedir que se abran fábricas, que se hagan pequeños proyectos, Y en vez de tirar toda esa plata que se tira todo los meses - ¡porque es tirada, porque no le soluciona el problema a nadie! – que se solucionen con proyectos, aunque sean pequeños, para que la gente labure, para que los hijos de esa gente sepan que lo que comen se lo ganan sus padres, y no que tengan que ir todos a un comedor o a un merendero, como ahora se ha puesto de moda, que todo el mundo abra comedores . Pareciera que es la gran expectativa de la juventud abrir comedores y abrir merenderos desde los partidos, desde las pequeñas asambleas, como única solución."
La realidad del hambre es muy dura en Argentina. Pero las Madres, desde el dolor que les provoca, son plenamente concientes que darle aspirinas a un enfermo de cáncer, es tan ilusorio como ineficaz, por eso Hebe se pregunta, y nos pregunta a todos, con una lógica irrefutable: "¿Y qué le decís a un pibe que lo sacás todos los días de la casa para comer en un merendero? ¿Quién le trajo la comida? ¿El padre, Papá Noel, los Reyes Magos, un señor que es bueno...? A esos chicos hay que enseñarles que aunque coman mal, tienen que comer en la casa. Que no pueden agrupar a la gente, como si fueran corderos, en los comedores, haciendo una cola miserable, una cola para que te den un plato de comida. ¡Me parece de terror! ¡Me parece esclavizante!" expresó, indignada.
Y desde la bronca, la reflexión de que " hay necesidad, hay hambre, pero el hambre también existe porque todo el esfuerzo que pone esa gente para los comedores, debiera ponerse para la formación política, debiera ponerse para que en vez de poner un comedor, poner un pequeño emprendimiento. Para que esos chicos coman en su casa, con lo que gana el padre en ese pequeño emprendimiento. Porque para los comedores se junta muchísimo dinero. Y si no, fijate estos artistas populares nuestros, que van a cantar a la cancha de Boca, para después dárselo a Cáritas … ¡me quiero morir! ¿Estamos cantando para Cáritas? ¿Qué estamos haciendo? ¿Fomentando los pobres de la iglesia, que necesita cada vez más pobres para subsistir? ¡Es de terror!
Finalizando la extensa charla, Hebe respondió a la última pregunta, con su habitual claridad y capacidad para expresar en pocas palabras la complejidad de la situación y las tareas del momento. Respondiendo sobre cuál será el mensaje que llevarán al próximo Foro Social Mundial en Porto Alegre que comienza en unos días, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo apuntó: "Matar el capitalismo, luchar por el Socialismo y el no pago de la deuda externa."